jueves, 12 de septiembre de 2013

Islas Baleares. Mallorca. El Paraiso Cercano.



Cuantas veces hemos pensado en el paraíso.

Desde los tiempos antiguos el hombre ha sentido la necesidad de creer en la existencia de un lugar amable lleno de cosas buenas.

La Arcadia y El Paraíso son mitos ancestrales, con todo el espectro de dioses, semidioses y divinidades varias, que encontramos en la parte espiritual de todas las culturas. Incluidos los paganos, ateos y agnósticos.

Es en definitiva algo ineludible de la naturaleza humana.

De alguna forma cada uno de nosotros tiene una imagen de este lugar idealizado, y desde luego creo firmemente que existe un afán inconsciente por encontrarlo.

Casi siempre se encuentra cerca de la Naturaleza, o al menos en torno a ella, aunque para algunos urbanitas impenitentes la ciudad es, en sí, una clase de paraíso.

Yo personalmente tengo algunos paraísos más o menos constituidos.

Uno de ellos es la isla de Mallorca.





El hecho de asociar Mallorca con paraísos lejanos de mares tropicales es algo recurrente.


Así lo debieron entender allá por los años cuarenta del pasado siglo XX los fabricantes de perlas artificiales, que con esta curiosa artesanía ayudaron a la idea de comparar la visita a la isla con viajes a secretas playas de los Mares del Sur.



Cuando los primeros aviones de las lineas aéreas Iberia empezaron a surcar los cielos, llegar a Mallorca era casi una expedición.

Una ingeniosa alquimia que imita a la naturaleza.
Bolas de cristal y opalina se revisten con múltiples capas de una brillante laca, con una fórmula secreta, compuesta entre otras cosas, por escamas de peces y nácar.


ORQUIDEA PERLAS DE MALLORCA.


El resultado, la maravillosa fantasía del valioso y exótico producto del mar.

Fue un reclamo muy eficaz, el turismo de España prácticamente nació en Mallorca.



Yo suelo ir a Mallorca una vez al año.

Al norte de la bahía de Son Servera, existe un lugar donde el agua hacia final de agosto es tibia y transparente dejando ver las recuperadas praderas de posidonias, y una multitud de felices peces de colores azules, dorados y plateados.


http://estaticos.elmundo.es

La responsabilidad de esta periódica felicidad se debe a la deliciosa hospitalidad de unos queridos amigos.

Una especie de familia de hecho, que invariablemente desde hace algunos años sobre el principio de septiembre me hacen participe de su paraíso.
De su sitio, su mar, su casa, su comida, su compañía y la de sus muchos amigos y demás parroquianos.

Muchas veces a lo largo del año, me viene a la memoria el inconfundible olor de los pinos mezclado con la brisa marina.




Pero ahora vamos a lo nuestro.

Voy a hablamos de algunos productos, comidas, restaurantes y casas de comida que he conocido y que merecen un poco de atención. 

Os los iré contando según me vengan a la memoria. La lista puede ser interminable.


Ya hemos hablado de la riqueza gastronómica de esta isla, y de la multitud de productos autóctonos de mucha calidad que se elaboran en una de las cocinas más sofisticadas de España. 
Intensa y llena de matices. Toda una lección de cómo aprovechar sus magníficos productos.


Una cocina viva que se sigue haciendo por toda la zona, tanto en los restaurantes, sobre todo en los situados fuera de las rutas turísticas, mucho más abundantes de lo que pueda pensarse, como en las comidas cotidianas de las cocinas domésticas.


MERCADO DEL DOMINGO EN SANTA MARÍA


Estos son algunos sitios que deberíais conocer.





  • Es Celler. Petra





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