miércoles, 3 de abril de 2013

El bacalao. un exito siempre


Vamos a ver qué podemos hacer con algo de bacalao.

El bacalao es un pescado antiguo, acompaña al hombre en sus despensas desde hace mucho tiempo. Fundamentalmente por la forma de conservarlo, en salazón. Es quizás el pescado por excelencia conservado en sal. Aunque no el único.


La salazón del bacalao es originaria de Noruega, desde donde se exporta desde tiempos inmemoriales, siendo muy popular su consumo en Italia, España y Portugal.
Posiblemente acompaño a los Normandos en sus conquistas mediterráneas hacía el año 1.000.

No es difícil recordarlo en multitud de bodegones de cocina repartidos por los museos.
El bacalao supone no solo una delicia para la cocina por el sabor y la calidad de su carne, además su consumo es muy beneficioso para la salud.
En especial el aceite de su hígado, que durante mucho tiempo ha tenido usos medicinales.

Dentro del denominado bacalao común, o de Noruega, existen dos especies distintas que podemos encontrar habitualmente.
El de océano, y el más cercano a la costa de tamaño algo menor.

Se pesca en los caladeros de Terranova y Gran Sol desde prácticamente el siglo XVI.
En el mercado lo podemos encontrar, salado, congelado y fresco.

Tanto sus lomos como las cocochas.


El hígado se puede encontrar con facilidad en conserva de bastante buena calidad.


Hay muchas formas de cocinar el bacalao, todas excepcionales. Vamos a ver algunas.






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