lunes, 7 de abril de 2014

Pollo Con Salsa De Pimientos.





Esta es una comida sencilla, prácticamente sin importancia, de esas que se hacen con los restos de nuestro frigorífico.

La esencia, la mezcla de la carne de pollo con el interesante sabor del pimiento, matizado por la mostaza y la miel.

Es además una comida tremendamente sana, una acertada unión entre la nutritiva carne de ave y las ventajas saludables de esta increíble hortaliza que nos llegó de América y que es tan común en nuestra dieta habitual.


Ya hemos hablado de los pimientos en este blog en la receta de pimientos salteados y de las múltiples razones para tenerlos presentes en nuestra comida de forma constante.

El pimiento es además un interesante ingrediente en nuestras comidas por su peculiar sabor.

Vamos a utilizar en este caso unas pechugas de pollo. Aunque podéis usar cualquier otra parte o incluso cualquier otro tipo de ave.





Es interesante buscar una carne con un sabor  poco acentuado para poder apreciar la intensidad de esta salsa.

Vamos a cocinar las pechugas completas para que resulten más jugosas.


Delantal.



Primero hacemos unos cortes en nuestras pechugas de forma ordenada para facilitar la cocción completa y exacta de nuestra carne.


Añadimos sal y pimienta, podéis incluso añadir alguna otra especie que os guste, aunque en poca cantidad.

Usaremos pimientos verdes del tipo italiano, en una proporción abundante pero no excesiva, unos tres pimientos medianos por cada pechuga.

Al cocinarse en de forma tapada un exceso de pimiento puede dar un resultado algo amargo que se debe matizar con la miel.

Añadimos también un puerro, o algo de cebolla para dar consistencia a nuestra salsa.

Troceamos el puerro fino y el pimiento en trozos regulares algo más grandes.




Para obtener un resultado de sabores más intensos utilizaremos nuestra aliada la olla exprés, aunque no es imprescindible esta forma de cocinar preserva el sabor de nuestro ingredientes.

Primero sobre un fondo de aceite salteamos bien las pechugas por todos sus lados sin  que llegue a cocinarse demasiado.




Reservamos.

Ahora añadimos algo más de aceite si hiciera falta y sofreímos el puerro y después los pimientos, no demasiado.

Añadimos las pechugas con la parte que queramos que quede vista hacia abajo y cocinamos en torno a 15/20 minutos.






Como siempre el sutil aroma del pimiento cocinado nos delata que nuestra comida esta ya lista.

Destapamos y separamos las pechugas.

Ahora con una procesadora potente trituramos los pimientos con el jugo, añadimos mostaza y algo de miel.

Es importante el equilibrio de sabores, esta variedad de pimiento tiende a ser algo amargo, un defecto interesante que corrige la miel. En exceso resulta empalagoso, en su punto apreciamos el interesante sabor de esta hortaliza.
Os recomiendo una miel multifloral que suele ser mas suave de sabor. 
Ya hemos hablado de un producto canario de la isla de La Palma denominado Ladera de la Reina que ha conseguido el premio a la mejor miel de Canarias del año 2013.

Tenemos que utilizar también una mostaza de tipo normal de buena calidad, la proporción es también importante, y su cantidad depende de lo que apreciéis el sabor intenso de esta interesante salsa.





A mí me gusta con un matiz algo fuerte que sea capaz de crear algún contraste con el ligero sabor dulzón de los pimientos y la suavidad de la carne de pollo, sobre todo si usamos la parte de las pechugas que puede resultar algo más sórdida.


Servimos las pechugas con la salsa cubriéndolas, dejaremos salsa aparte, nos vendrá bien.





The End.


Esta es una comida sencilla y agradable que se deja acompañar de un vino tinto joven.






Si tomamos esta comida en verano podemos servirla como un fiambre cubriendo las pechugas de esta salsa que unida con algo de gelatina nos dará un espléndido envoltorio verde, después de su correspondiente reposo en frío.

Para que no os quedéis con al curiosidad vamos a verlo.


Otra vez el Delantal.


Templamos varias laminas de gelatina neutra remojadas en agua con la salsa.

En un molde colocamos la pechuga entera y cubrimos con nuestra mezcla después de dejarla enfriar un poco.


Necesita el reposos en frigorífico de al menos dos horas.

Una vez frío lo desmoldamos con delicadeza y colocamos en una fuente, entero o troceado.


Servimos acompañado de algún encurtido agradable.




The End.


Para esta preparación la salsa debe de tener un sabor mas intenso ya que este antiguo proceso vuelve algo insípidas nuestras comidas.




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