domingo, 13 de octubre de 2013

Pimientos Salteados








Esta es una comida que se lleva bien con cualquiera otra, no tiene problemas para relacionarse.

Incluso por sí misma es un plato agradable que se deja acompañar de algún huevo frito y ambos, junto con algo de arroz blanco y tomate dan lugar a una estupenda comida.


Los pimientos llegaron de América, los trajo Cristóbal Colon, están en nuestra cocina desde el siglo XVI, a diferencia de su pariente el tomate que se utilizó mucho más tarde. 

Eran pimientos de tamaño pequeño y algunos muy picantes, se utilizaban como condimento. 
Las Variedades más carnosas y dulces que consumimos habitualmente son híbridos que se empiezan a cultivar prácticamente en el siglo XX.



El pimiento es un prodigio para la salud, debemos de tomarlo de forma habitual.

Un aporte importante de minerales y vitaminas, con una sorpresa que quizás no sepa todo el mundo. Aporta una gran cantidad de vitamina C, incluso mucho más que en los cítricos.

Todos estos componentes suponen muchas ventajas para nuestra salud.
Nos ayuda al crecimiento y refuerzo de tejidos y órganos. Es un gran reconstituyente sanguíneo recomendado en periodos de reposición.
Es por supuesto antioxidante, analgésico para el reuma y la artritis como el ajo y además, las variedades picantes son unos magníficos quemadores de grasas


Vamos a ver qué podemos hacer con esta magnífica hortaliza.
Esta comida es muy sencilla.

Delantal.




Necesitamos pimientos verdes, yo voy a utilizar una variedad del tipo dulce italiano, un pimiento de tamaño normal con la piel de color verde no demasiado gruesa.
Aunque prácticamente sirve cualquiera.


Lo cortamos en rodajes no muy gruesas de tamaño regular. Reservamos.

Pelamos unos ajos, como un diente por cada dos pimientos, en trozos pequeños.

Sobre una sartén amplia un ponemos fondo de aceite, no esperamos a que este muy caliente, añadimos los ajos, sin dejar que se frían demasiado.


Entonces echamos los pimientos, el fuego moderado. No conviene taparlo.

Vamos removiendo para que se vayan cocinando bien por todos lados, podemos añadir algo de sal.


Cuando notemos que están hechos, no necesita demasiado tiempo, notaremos que se fríe la parte exterior lo cual permite que se cuezan en su parte interior. 

Entonces añadimos una cucharada de azúcar.
Una medida de café por cada ajo puede ser bastante.
Dejamos caramelizar ligeramente.



Podemos añadir un poco de pimienta molida, aseguraros de que no sean picantes.



The End.




Esta comida nos sirve de acompañamiento para carnes, otras verduras, pescados, huevos, potages, purés  comidas frías y calientes, migas. casi todo lo que se os ocurra.
podéis probarla con cualquier tipo de pimiento, incluso con una mezcla de ellos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario