sábado, 25 de mayo de 2013

Unas Lentejas



Ya hemos hablado de las legumbres.


El caso de las lentejas no es distinto del resto, con la salvedad de que tienen un aporte de proteínas del tipo vegetal mas importante, aunque no sean proteínas completas y haya que compensarlas con cereales o proteínas de otro tipo.
De hecho en las comidas vegetarianas suelen ser el sustituto ideal para las proteínas de tipo animal.


Es una planta muy vivaz que se cultiva con bastante facilidad, no es raro encontrar bastantes variedades silvestres en nuestro jardín.
Toda la familia de las almortas y guisantes de olor, son leguminosas parientes de nuestras lentejas.






Podemos encontrar bastantes variedades de lentejas en los mercados, yo os cuento de algunas que conozco.


Lentejas marrones.            
Son las más comunes, las que se suelen cocinar en nuestras latitudes.
Lentejas verdes.
Parecidas a las anteriores con la salvedad, aparte del color, de que mantienen su forma con la cocción, y se aprovechan para tomarlas en ensalada.

Lentejas rojas.
Las más exóticas. Se suelen tomar en la India y países árabes con guisos muy especiados.

Lentejas del puy.
También conocida como lenteja francesa, es de pequeño tamaño y con un sabor algo picante. Conserva su forma al cocinarse y precisa poca cocción, sin remojo previo.

Lentejas negras.
Quizás las menos comunes, tiene una piel bastante dura que en muchas comidas se les hace desaparecer. Son comunes también en comidas orientales, sobre todo en India.










Vamos a cocinar unas lentejas de una forma increíblemente sencilla, sin apenas materia grasa, y sin dejar de disfrutar del sabor y textura de estas legumbres.
Se trata de una receta bastante antigua, que constituye una comida perfecta acompañada con alguna ensalada y seguidas de algo de pescado.






En esta ocasión utilizaremos la lenteja pequeña llamada del Puy. Pero podemos usar la que nos parezca mejor, teniendo cuidado de los tiempos de cocción.




Delantal







Uno de los pequeños secretos de este plato es una preparación previa que consta de los siguientes sencillos elementos.


Sobre un fondo de aceite sofreímos, algunas rebanadas de pan duro, dos dientes de ajo laminados y algunas almendras. Lo dejamos que se tuesten y se frían de forma suave sin llegar a quemarse.

Usamos al misma olla exprés que utilizaremos en la cocción.






Lo reservamos en un mortero.





Añadimos algo más de aceite si hiciera falta.


Necesitamos ahora algunas verduras, un puerro, una patata, dos zanahorias, algo de nabo y algunos dientes de ajo.



Troceamos toda la verdura en trozos regulares no muy grandes, y sofreímos en el aceite. Sobre este sofrito añadimos las lentejas y damos alguna vuelta, esto nos ayudara a que no pierden la piel en la cocción.






Es el momento de añadir, laurel, pimienta negra, clavo, y algo de pimentón.


Entonces cubrimos con agua y añadimos el contenido del mortero triturado. Debemos ser generosos con el agua, yo aconsejo el doble de volumen que el contenido, ya que esta legumbre absorbe bastante agua en la cocción, no necesitando además estar en remojo, con lo cual se añade seca.






Cerramos y para esta legumbre unos 20 minutos es suficiente.


No debemos usar un fuego muy fuerte, más bien suave, La lenteja suele quemarse con facilidad y el sabor ligeramente ahumado es difícil de corregir.
La sal al final. como siempre en las legumbres.


Ya hemos hablado de la ventaja de cocinar estas comidas con la olla exprés, y que debemos terminar la cocción con la olla destapada para corregir la textura.




The End.







Este plato se puede acompañar con una ensalada mezcla de huevo duro picado y cebolla picada, con aceite vinagre y sal.
Hay mucha gente que le gusta el sabor de un buen vinagre mezclado con esta legumbre.


Decidís vosotros.




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