martes, 3 de junio de 2014

Otras Fresas.




Las fresas que encontramos en nuestros mercados son un híbrido del fruto silvestre de pequeño tamaño y algo insípido, normalmente de variedades americanas, para conseguir un mayor tamaño y un sabor algo mas intenso.

España es el segundo productor de fresas del mundo, después de los Estados Unidos.

La fresa es un prodigio para la salud, una gran cantidad de vitaminas, sobre todo la privilegiada C, además de una gran proporcion de agua que la hace ser un potente diurético, lo cual nos permite regular nuestro sistema cardiovascular.


La fresa es quizás de las frutas que menos azúcar tiene con lo cual es la primera en la lista de las dietas de adelgazamiento.
Un autentico privilegio que le ha valido en países americanos del cono sur el delicado nombre de frutilla.





Hay múltiples formas de preparar las fresas, no solo consumiéndolas directamente como fruto, sino además todo un amplio espectro de posibilidades en repostería, algunas de las cuales son difíciles de superar.
El delicado sabor ligeramente ácido y dulce a la vez aporta unos matices insospechados en tartas y dulces de todo tipo.
Una unión perfecta con masas, helados, glaseados y cremas.

Vamos a recurrir a un clásico sencillo, una preparación básica para andar conociendo esta maravillosa fruta.


Delantal.




Lavamos muy bien las fresas, en la actualidad suelen venir bastante limpias, no solo por la perfecta manufactura de estos productos, además su tipo de cultivo hidropónico en invernaderos evita el contacto con la tierra, tan común en el fruto silvestre.





Una vez bien escurridas las cortamos en discos de pequeño tamaño y vamos dejándolas de forma ordenada en un cuenco profundo.





Vamos intercalando algo de azúcar de caña entre las distintas capas.

Al final añadimos vino tinto hasta cubrirlas y dejamos macerar en un sitio fresco durante algún tiempo.





Obtendremos un jarabe que envuelve a nuestras fresas resultado de la mezcla del jugo de la fruta con el resto de los ingredientes, debemos escurrirlas bien y servirlas a ser posible a temperatura ambiente, cuando menos frías estén más intenso será su sabor.

Podemos acompañarlas de un poco de nata montada, os aconsejo no utilizar azúcar, para obtener un contraste entre el sutil dulzor de nuestra fruta y la textura suave y cremosa de la crema batida.


The End.






Una experiencia gastronómica a tener en cuenta.





No hay comentarios:

Publicar un comentario