miércoles, 15 de enero de 2014

Frutas Gratinadas.




Este postre es estándar, otra receta sencilla sin importancia que nos va a permitir aprovechar las frutas que anden por nuestra casa.
Una forma agradable de terminar cualquier comida.

Es un comodín, al que podemos recurrir cuando pensemos que no tenemos nada de postre, o en esas situaciones en que uno de nuestros invitados, comprometido en completar nuestra comida se olvidó de traerlo.


En realidad se puede hacer con casi cualquier fruta, en este caso vamos a usar unas naranjas, manzana, plátano y unos dátiles, lo que había por mi despensa.

Delantal.



Primero tenemos que pelar y cortar nuestra fruta, conviene hacerlo bien ya que el éxito de este plato consiste en darle importancia, y para ello lo vamos a distribuir de forma armónica.


Cortamos las naranjas peladas en rodajas lo más regulares posibles de tamaño y forma.
Hacemos lo mismo con la manzana, le quitamos el corazón y la cortamos en rodajas de tamaño similar a las naranjas.
Sobre una bandeja para horno amplia colocamos un fondo de papel engrasado.

Distribuimos las naranjas de forma regular. Sobre ellas la manzana y el plátano también cortado en rodajas de tamaño regular.



Terminamos con los dátiles a ser posible deshuesados.

Merece la pena el esfuerzo de intentar elegir los trozos de tamaño más adecuado y distribuirlos de forma agradable.




Ahora espolvoreamos con azúcar de caña, como siempre os cuento nos podemos ayudar de un colador. Añadimos también algo de vainilla, canela, algún licor suave y un poco de miel diluida en agua.




Colocamos en el horno con la parte alta a fuego fuerte y dejamos tostar el azúcar y que las frutas se templen, de tal forma que se formara un jarabe agradable con los ingredientes añadidos y el jugo de las frutas.

The End.





Servimos templado, podemos tenerlo preparado y hornearlo en el último momento.
Se puede acompañar de algún licor un buen café, o incluso los restos del vino de nuestra comida.


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