miércoles, 22 de enero de 2014

Cordero Con Ciruelas Y Miel.




De nuevo una comida andalusí revisitada.

Se trata de un clásico de la cocina del Magreb. Un guiso de cordero con ciruelas aromatizado con miel y especias.

El sabor ligeramente agridulce de las ciruelas desecadas, la cebolla y la miel, nos ayudan a combatir el rigor del matiz recio de algunas carnes de cordero y de cabrito.
Un recurso hábil y oportuno para convertir en un auténtico manjar sabores difíciles de contrastar, además de ayudarnos a suavizar su cocción.

Es sin embargo una comida sencilla de elaborar, si nos adentramos de nuevo en el apasionante mundo de las cocinas ancestrales, aún vigentes en muchos pueblos de la cuenca sur del Mediterráneo.




Delantal




Necesitamos algo de carne de cordero, os aconsejo una paletilla o una pierna, tenemos que pedir a nuestro carnicero que la deshuese y la extienda.




La colocamos en una superficie de trabajo amplia, la extendemos bien e intentamos lograr una forma lo más regular posible.
Añadimos pimienta negra molida, sal y algo de comino.


Colocamos las ciruelas de forma ordenada sobre la carne y con delicadeza hacemos un rollo homogéneo y bien formado.
Lo atamos bien con nuestro hilo de bramante.



Vamos encendiendo el horno a fuego fuerte.

Cortamos cebolla en gajos abundante unas dos cebollas por ½ kilo de carne.
Os aconsejo usar un cacharro refractario ajustado al tamaño de la carne, lo engrasamos y colocamos una primera capa de cebolla.

Colocamos la carne sobre el lecho de cebolla.




Ahora añadimos miel de forma abundante.

Os aconsejo utilizar una miel de sabor suave, normalmente las cultivadas en prados de vegetación silvestre variada aportan matices más sutiles de sabor. Los apicultores las denominan  multiflorales.

En esta ocasión os voy a recomendar un pequeño lujo, he utilizado una miel de origen canario denominada Ladera De la Reina, cultivada por José Arrocha Duarte, que ha obtenido el premio a la mejor miel de las Islas Canarias del año 2.013.
Un delicioso almíbar natural cultivado con esmero en la localidad de Garafia situado en la Isla de La Palma.



Se trata de una variedad multifloral de tedera. Una miel de primavera con un color muy claro amarillo y un olor delicado de tipo vegetal afrutado.

Una miel perfecta para cocinar y para lo que se os ocurra.







Una vez impregnada nuestra carne con la miel terminamos de cubrir bien con la cebolla.
Necesitamos tapar el molde, podemos usar un papel de aluminio, procurando sujetarlo bien.




Colocamos en el horno con fuego moderado, como toda elaboración antigua hay que tener paciencia, debe estar entorno a una hora, vigilando que no llegue a resecarse.

Una vez terminada la cocción sacamos del horno, separamos la carne del jugo que haya quedado y la reservamos quitándole el atado cuando se haya enfriado.




Ahora trituramos la salsa restante, podemos añadir algo de guindilla, o alguna especie más como cúrcuma, o jengibre, según os apetezca.




Aunque nuestro cordero ya está listo para saborearlo podemos avanzar un poco más, y hacer nuestra comida algo más sofisticada.

Un rato antes de nuestra comenzar a comer envolvemos la carne con masa de hojaldre, podemos usar alguna comercial.
Cubrimos con yema de huevo y colocamos en el horno bien caliente.

Si os atrevéis a un poco más podéis espolvorear al masa con un toque ligero de azúcar y canela molida.





Calentamos la salsa y dejamos espesar a fuego lento.

El hojaldre no necesita demasiado tiempo, conviene vigilarlo para que vaya adquiriendo un tono dorado, pero no llegue a quemarse.

Cuando esté listo servimos caliente.





Es una comida inmediata que requiere nuestra atención.
Tenemos que hornear en el último momento, aunque podéis mantenerlo templado en el horno mientras acaba la primera ronda de conversación de vuestra comida.

Servir con la salsa caliente.

The End






Cualquier verdura suave y un buen vino tinto os servirá para acompañar esta espléndida comida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario