domingo, 17 de noviembre de 2013

Canapé Frío- II. Falso "Changurro"





Nos permitimos otra vez un ligero engaño, una sencilla trampa inofensiva que pretende adentrarnos en el sofisticado mundo de los sabores, jugar con el sentido del gusto para crear una ilusión.

Esta mezcla de ingredientes debidamente aderezada nos ofrece unos matices de sabor que es posible que nos recuerden al conocido marisco del Cantábrico.
El centollo.

Necesitamos tres ingredientes que nos vienen ya preparados, nuestro mérito solo consiste en unirlos felizmente.

Mejillones al natural en conserva, una lata de tamaño normal.

Algunos filetes de anchoa en aceite, como tres.        

Y por último el conocido como Surimi, también llamado palito de cangrejo.  





Este tercer componente nos obliga a un alto en el camino.

Este denostado alimento, muy común en los últimos años en nuestras tiendas y en menús considerados menores, es de alguna forma el patito feo de nuestra historia.
Ya sabéis los que hayáis leído algo de este blog, que aunque tengo mis prejuicios, siempre me gusta, en cuestión de alimentación, tener toda la información posible y de esta forma poder ser capaz de elegir el producto adecuado.

El conocido como surimi, del que derivan nuestros palitos de cangrejo, tiene su historia. 
Exactamente unos 900 años de historia en su país de origen. 
Japón.



Se trata en definitiva de una conserva antigua de este interesante país, consistente en elaborar, a partir pescados blancos o carnes de aves de corral, una pasta gelatinosa que se conserva con almidón, azúcar, aceites vegetales y soja, para ser consumida como base de otros platos.

Este singular proceso pasó a industrializarse en los años 60 del pasado siglo XX por el señor Nishitani Yōsuke, al objeto de potenciar la industria de elaboración pesquera con los excedentes de las capturas menos valoradas en el exigente mercado nipón.

Así hasta llegar a nuestros días, donde la variedad de surimi más común en nuestros mercados occidentales es el conocido como kanikamaboko, elaborado con una base importante de pescados blancos como el fletan, el pez gato o el abadejo de Alaska, consiguiendo un producto con un alto contenido en proteínas, poco perecedero, con una fácil conservación y razonablemente económico.

Todo un triunfo en la alimentación de masas.


También os contaré que la parte colorada que lo envuelve suele ser nuestro conocido y entrañable pimentón. Si el tono es más anaranjado hablamos de un conservante genérico. El E-102.

En la actualidad los surimi de cierta calidad son muy empleados en las comidas de mestizaje  de tipo sushi y todas sus variantes orientales de recetas de pescado crudo.

Necesitamos unos tres palitos de cangrejo
Un consejo, intentar encontrarlo fresco, sin congelar.

Bueno pues con nuestros tres ingredientes comenzamos nuestra sencilla labor.


Delantal





Cortamos los palitos de cangrejo en trozos regulares, también las anchoas, añadimos a la procesadora junto con los mejillones bien escurridos.





Todo se mezcla en una procesadora de tal forma que quede a un tamaño pequeño pero no hecho una pasta. Para facilitar este proceso añadimos un poco de mayonesa y algo de salsa Tabasco.

Lo extendemos en alguna tartaleta o panecillo rígido.




Esta mezcla al contener algo de líquido puede reblandecer nuestra base, os recomiendo untarla con algo de grasa o mantequilla, si lo vamos a preparar con antelación.
No os aconsejo tenerlos demasiado tiempo preparados, es mejor consumirlos casi recién hechos.


También podéis servirlo en un solo recipiente y tomarlo en el momento, sin distribuirlo.

The End.





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