domingo, 19 de mayo de 2013

Tarta de Mandarinas & Chocolate



El nombre lo dice todo.






En realidad es bastante simple, se trata de un quiche, donde la masa quebrada de base se prepara con algo de cacao y azucar.
Después rellenamos con una crema pastelera hecha con mandarina.


Dos cosas básicas en la repostería que tienen una unión feliz.

El origen de esta tarta viene de aprovechar los restos de cítricos cuando preparamos la salsa Cumberland, y utilizarlos con esta preparación clásica-sencilla.

Ya sabemos que en una cocina Como Dios Manda todo se aprovecha.




Ya hemos hablado de la masa quebrada. En Cremas que se transforman en quiches y pueden llegar a suflés.

Solo recordar que es una masa básica sencilla y rápida, Su nombre da idea de sus características,

Al tratarse de una masa poco trabajada no da lugar a que el almidón que contienen la harina, llegue a mezclarse con el resto de elementos, con lo cual se crea una película superficial al hornear que es la responsable de su aspecto y su textura crujiente.


Delantal.




Preparación primera.

Vamos a hacer una masa quebrada tradicional, con harina, algo de agua, levadura, azúcar, cacao y un poco de sal.

En este caso vamos a utilizar una mezcla de harina integral de trigo y harina integral de centeno. Lo cual le dará un aspecto bastante rustico a nuestra base.

También podéis usar harina normal.





Mezclamos en un recipiente grande para amasar.
Un vaso grande de harina, (unos 200 gramos) con algo de levadura, (unos 5 gramos), unas dos cucharadas soperas de azúcar y un poco de cacao, como medio vaso, lo más puro que encontremos. El azúcar a vuestro gusto, si os gusta el sabor del chocolate amargo podemos utilizar la cantidad justa y entonces contrastar con el sabor dulce de la crema de mandarinas.


Una proporción de mantequilla o de aceite, como unos 100 gramos.

Mezclamos suavemente y añadimos un poco de agua, no más de medio vaso, para poder mezclar los ingredientes.

Solo debemos mover hasta que estén mezclados, se consigue con facilidad, pero no mezcléis demasiado para no romper la cadena del almidón.

Ahora dejamos reposar esta mezcla en un recipiente tapado en el frigorífico.




Vamos encendiendo el horno, a unos 180 º.

Usamos un molde de tartas plano, lo untamos bien con algo de grasa, nos ayuda meterlo un instante en el horno.

Después del reposo de una media hora o algo mas, veréis que la masa ha aumentado su volumen,

Entonces la extendemos con un rodillo sobre una superficie limpia enharinada. La colocamos en el interior del molde, es posible que se deshaga algo, la recomponéis con la mano y retiráis el sobrante del borde.





Pinchamos con un tenedor toda la superficie y usamos el truco de meterla en el congelador un instante antes de hornear.

Horneamos unos 20 minutos.



Dejamos enfriar.

Notareis que esta masa es algo rústica debido al tipo de harina que hemos utilizado.
Además al usar algo de azúcar estamos entrando casi en la masa sablé.
Nos faltaría el huevo para que lo fuera.
Este ingrediente hará que la masa se pueda disgregar de forma agradable.


Segunda preparación.

Vamos a hacer una sencilla crema pastelera con mandarinas. También sirven naranjas.
Esto es muy fácil. La crema pastelera es la base de todo un mundo de repostería, admite muchos ingredientes a combinar con la receta base.

Es como un juguete desmontable con multitud de accesorios.


Trituramos las frutas junto con medio vaso de azúcar. Añadimos algo de mermelada de naranja, a ser posible amarga y ralladura de naranja.


Ponemos en un cazo un vaso de leche a calentar, añadimos la mezcla de las frutas y el azúcar. Necesitamos remover despacio de forma continua, añadimos dos cucharadas soperas rasas de harina de maíz, y dos yemas de huevo.

Removemos con suavidad de forma continua sin dejar que la mezcla llegue a hervir.



Le damos un toque de vainilla y algún licor. Pueden ser Cointreau o Chartresuse, que tienen naranja en su elaboración.

Dejamos reposar tapado, para que no se reseque la superficie al enfriarse.


Sin desmoldar, vertemos el contenido templado sobre el interior de la tartaleta de masa quebrada.




The End.


Necesita algo de reposo en el frigorífico para que la crema de mandarinas adquiera la textura perfecta.


Desmoldamos con cuidado, conviene separa con un espátula los bordes para que no se quiebre la masa.
Yo aconsejo dar la vuelta con cuidado apoyándonos en una tapadera o una tabla, y después colocar con el movimiento inverso sobre la bandeja de servirlo.






Esta tarta se puede realizar con bastantes frutas, casi todas las que tengáis maduras sueltizas por vuestro frigorífico. Incluso algún yogur. 

Fresas, plátanos, manzanas, peras, melocotones...













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