lunes, 8 de abril de 2013

Morcilla de Burgos





Esto seguro que os suena a todos.


Yo creo que la morcilla es uno de los embutidos más interesantes, Acompaña al hombre desde la antigüedad.

Ya fue nombrada por Homero en la Odisea, al parecer es un invento griego. Puede ser que formara parte de la dieta de Ulises.

De cualquier forma, aparte de leyendas, utilizar la sangre de los sacrificios debe tratarse sin duda de una costumbre atávica. 

En España es reseñada allá por el siglo XVI por Rupert de Nola en su famoso libro de cocina.

El libro fue traducido al castellano en Toledo en 1.525 : Libro de Guisados, manjares y potajes intitulado Libro de cocina.

Posiblemente le primer manual de cocina, de la península ibérica, ya que hace referencia a la cocina del reino de Aragón.




Pero, ¿en qué consiste la morcilla?

En realidad se trata básicamente de un embutido hecho de cerdo, y que contiene, manteca, magro, cebolla y la sangre coagulada del animal, con una preparación de la tripa rellena hervida.

Existen una multitud de variantes según distintos tipos de especias según las costumbres de cada región.

Aunque podamos creer que es exclusivo del medio rural español. No es difícil asociarlo a la iconografía popular, con un canasto, un porrón y algo de pan, Curiosamente es un embutido extendido por todo el mundo, podemos encontrarlo en Europa, siendo uno de los más antiguos de Francia, en Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal y por supuesto en España, donde existen una multitud de variedades, casi una por región.

Por supuesto también en toda Sudamérica y hasta en Asia.


Hoy vamos a hablar de la famosa morcilla de Burgos, que incluye como ingrediente también el arroz, que se cuece en la tripa con el resto de los ingredientes, y con su aliño característico, ligeramente picante.


Se puede encontrar en bastantes comercios especializados,

En la región de origen no es difícil encontrarla de bastante calidad, sobre todo en el medio rural.

Yo tengo la suerte de tener un buen amigo de Burgos que suele surtirme de una bastante buena.


Delantal



Esta morcilla es muy fácil de cocinar.

En realidad al estar hervida podría consumirse tal cual, pero yo os voy a decir lo que hago.


Cortamos la morcilla de Burgos en rodajas algo gruesas sin quitar la piel.

Necesitamos unos pimientos del piquillo. Una conserva de las muchas que encontramos fácilmente.




Cortamos los pimientos escurridos en tiritas lo más finas posibles.

Sartén con un toque de aceite, fuego medio, echamos los pimientos, con un toque de ajo molido.

Cuando veamos que empiezan a reblandecer añadimos la morcilla. Y asamos, primero por un lado, y luego damos la vuelta.


Notaremos que empieza a estar algo más blanda pero no pierde la forma.

The End.


No os olvidéis del pan.




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