lunes, 8 de abril de 2013

Lubina rellena



La lubina es un pescado muy valorado en la cocina. Suele encontrarse en los bancos arenosos y zonas de roca de las costas mediterránea y atlántica.

También se la conoce como róbalo o sábalo.

La podemos encontrar salvaje, de captura en alta mar, siendo muy valorada para la pesca deportiva.


Desde los años 90 se ha desarrollado su cría en cautividad encontrando importantes centros en la zona de Murcia, y Andalucía concretamente en las piscifactorías de la desembocadura del rio Piedra, en Cartaya, en la provincia de Huelva.

Llegando a ser uno de los pescados de criadero más consumidos con una importante producción anual.

Es un pescado muy saludable, su consumo es conveniente en todo tipo de dietas, sobre todo las anti colesterol.

Es posible encontrarlas en el mercado durante todo el año, con un peso medio de 500 gramos provenientes de estas piscifactorías.


El sabor de este pescado criado en alta mar es mucho más intenso y suave, pudiendo llegar a resultar ligeramente dulce, que el de los de cría en cautividad. Esto es debido fundamentalmente a su alimentación.

Son peces muy voraces que están consumiendo continuamente casi todo lo que se encuentran.

En las piscifactorías se alimentan con piensos derivados de pescado.





Una lubina silvestre no necesita gran cosa para poder cocinarla. Cuanto más sencilla mejor.

Basta pasarla por una plancha caliente con apenas algo de aceite, o guisarla de forma suave para poder sacarle todo el partido posible.


Pero vamos a hablar ahora de la lubina de criadero, la que podemos encontrar de forma habitual y asequible en cualquier mercado.

Vamos a ver una forma de prepararla y sacarle su mejor partido, tanto de su sabor como de sus propiedades alimenticias.

Una preparación que puede servirnos de base para otras muchas comidas.


Utilizaremos unas lubinas de criadero. Suelen tener un peso que no sobrepasa el 1,5 Kg, os aconsejo comprarlas medianas. En torno a 500 gramos.

Pedimos en la pescadería que nos saquen los lomos, sin la cabeza y la espina central.

También lo podemos hacer en casa, pero resulta algo laborioso, necesitamos un cuchillo plano grande muy afilado.




Vamos a cocerlas al vapor.


Delantal.






Necesitamos un cacharro para cocer al vapor. Si no lo tenemos, podemos usar alguna cazuela y un colador grande con una tapadera.


Cuando el agua este hirviendo colocamos los lomos con la piel hacia abajo, podemos añadir un poco de eneldo y algo de aceite y un toque de limón.

Podemos usar la sal mejor en el agua de hervir.

Dejamos hervir no más de 8 a 10 minutos, es importante quedarse algo cortos de tiempo.



Cuando pase este tiempo vamos sacando los lomos y es entonces, aun calientes, cundo podemos quitarle al piel, las aletas dorsales y el resto de espinas del vientre con bastante facilidad.

Ya se sabe que los buenos cocineros se reconocen cuando son capaces de eliminar completamente las espinas de un pescado.

Veréis que de esta forma resulta bastante fácil.




Tenemos como resultado los lomos perfectamente listos.

Esto constituye una magnifica comida, con una mayonesa, o una vinagreta.

Pero vamos a seguir.


El relleno.

Al tratarse de un pescado con una textura y un sabor muy suave, aconsejo un relleno ligero, a base de puerro, y alguna verdura, como champiñones o cardos.

En este caso vamos a utilizar puerro, algo de ajo y una conserva de aceitunas maceradas de tipo arbequina, que había por mi despensa.




Necesitamos una sartén, un fondo de aceite, sofreímos a fuego suave el puerro cortado muy fino, solo lo blanco y un diente de ajo.

Cuando este bastante hecho añadimos las verduras en trozos pequeños, en este caso la conserva de aceitunas.

Para que esta mezcla quede un poco trabada usaremos algo de fécula de maíz disuelta en leche o en algo de caldo.

Dejamos que espese un poco.






Tenemos que hacer también una salsa bechamel suave. Según tengáis costumbre.

Os cuento lo que yo hago.

Si usamos un poco de mantequilla y aceite, añadimos algo de harina, a ser posible integral. Vamos tostando hasta que nos quede una masa espesa, añadimos leche templada muy despacio sin dejar de mover, un poco de vino blanco seco, algo de sal y pimienta.



Mejor que resulte algo espesa.

Reservamos esta salsa sin que se enfríe del todo.

Colocamos una parte de los lomos en un cacharro refractario para horno. Cubrimos con el relleno. Y después cubrimos con la otra parte dela lubina.


Ahora añadimos a la bechamel un huevo entero batido y mezclamos bien aún templada.


Cubrimos los lomos rellenos con la salsa bechamel en sucesivas capas, un poco de perejil picado y horneamos justo antes de comer con la parte alta del horno, para que se tueste la cobertura.






The End.


Podemos acompañar este plato con unas patatas cocidas.

Aconsejo alguna verdura. Unas habichuelas verdes, unos cardos, o unas alcachofas salteadas.

Como siempre con un toque de azúcar, ajo y limón.


Un vino blanco frío.








No hay comentarios:

Publicar un comentario