lunes, 18 de marzo de 2013

UNA COMIDA SILVESTRE. Espárragos trigueros.


 

Vamos a curiosear una de las comidas más interesantes, sana y que nos da el campo. El espárrago triguero.

Podemos buscarlo silvestre. Es una planta muy localizada, este de Francia, sur de España, Italia y Grecia.

No obstante se trata de una variedad que admite cultivo, de hecho suele aparecer en temporada en el mercado, proveniente de siembra. Actualmente se cultiva también en Marruecos para comercializar.

El esparrago denominado triguero es bastante fino y de un color verde intenso. Existen variedades de cultivo del esparrago verde algo mayores de tamaño.

Se puede encontrar también congelado y en conserva, aunque su uso está limitado a determinados platos debido al sabor característico del jugo que lo acompaña en la lata.

Tiene unas propiedades alimenticias excepcionales, mucha fibra, nada de grasa y bastantes minerales y vitaminas.

Es además un buen aliado de la salud como diurético eficaz. Tiene un pasado reconocido como hierba medicinal, asociado en la Edad Media a la brujería por su característico sabor amargo.  

Vamos a hablar de una comida de campo. Con este ingrediente de campo. Esta forma de cocinar los espárragos permite obtener todas sus ventajas saludables. Es una comida de invierno, una comida de cuchara.


Delantal.

Usaremos una cazuela, si es refractaria mejor, Necesita un cierto reposo sin perder calor. Aunque no es imprescindible.

Tenemos que cortar los espárragos con la mano y desechar el tallo que este duro y ofrezca resistencia, hay un punto donde es frágil. Esa es la medida del corte. El resto se desecha.
 
 

Un fondo de aceite, sofreímos el pimiento choricero, y cuando esté listo lo retiramos.

Después sofreímos dos o tres ajos, cortados en triángulos.

Un ligero toque de cebolla en el sofrito, muy poca rallada. Aunque en esta elaboración vamos a usar un ingrediente especial, que se cría cerca de los espárragos. El Ajo porro.

Se trata de un ajo silvestre, un pariente rustico del puerro, más cercano de sabor al ajo, aunque algo más suave.

Este ingrediente que tiene un cierto sabor dulzón nos va a ayudar a contrarrestar el amargor natural del esparrago.

Un tomate pequeño rallado. Que se añadirá cuando los anteriores ingredientes estén algo reblandecidos.

Añadimos algo de sal, un poco de pimienta molida, y algún clavo. (de olor)

Entonces añadimos los espárragos cortados en trozos pequeños.

Necesitamos un fondo de caldo de carne, pollo, o verduras, algún resto suave de alguna comida o alguna sopa.

Se puede prescindir de este ingrediente, aunque yo creo que le da una cierta consistencia. También podemos usar un trozo de pollo o pichón que luego quitaremos, o desmenuzamos.

Añadimos el pimientochoricero desmenuzado y dejamos que hierva toda esta mezcla, aunque no demasiado, como unos 10 o 15 minutos.
 
 
 

Dejamos en reposo hasta la hora de la comida. Entonces añadimos un poco de arroz, no demasiado, tiene que quedar caldoso y dejamos cocer unos 10 minutos vigilando que no pierda demasiado caldo. Y algo de reposo sin que se llegue a enfriar. Veremos como la mezcla adquiere una textura gelatinosa.
 
 
 

Podemos usar alguna especie más, orégano, o romero, en muy poca cantidad, aunque en mi opinión disfraza el magistral sabor del esparrago. Mientras que la pimienta y el clavo lo potencian.

Es una comida completa, solo necesitamos algo de pan y un buen vino con cuerpo. Un Ribera del Duero o Valdepeñas.

Como seguro que repetís esta comida podréis probarlo con el que más os guste.
 
 
 
 
 
 



No hay comentarios:

Publicar un comentario