martes, 12 de marzo de 2013

LA EDAD DE LA ABUNDANCIA



Antes de seguir adelante con nuestros encuentros con la comida, me ha parecido necesario hacer una reflexión.
Vivimos en la parte del mundo de la abundancia. Quizás nunca en la historia de la humanidad ha habido un acceso tan eficaz a los productos, no solo de primera necesidad, sino de cualquier tipo.
Concretamente esta página se escribe desde una de las vegas más fértiles del sur de Europa.

Esta es una sociedad compleja y contradictoria, resulta difícil comprender como habiendo un gran excedente de comida que se desperdicia, esta no pueda llegar a personas que difícilmente tienen acceso a ella, debido a una serie de normas establecidas, fundamentalmente sanitarias.
Un complicado engranaje hace posible que sea más rentable que una gran parte de la comida que producimos, con una fecha de caducidad pero no de consumo, se desperdicie, cuando podía ser consumida.
Para el ciudadano de a pie esto resulta no solo incomprensible, sino que la posble solucion le es inaccesible.

En este sentido es revelador el libro del historiador inglés Tristram Stuart "Despilfarro: el escándaloglobal de la comida", patrocinado por la ONG INTERMON OXFAM y publicado por ALIANZA EDITORIAL, donde da unas cifras sobrecogedoras.
Con los 40 millones de toneladas de comida desperdiciada al año en EEUU se podrían alimentar a 1.000 millones de personas hambrientas que hay en el mundo.
En definitiva con los excedentes de comida del “primer” mundo se podrían resolver muchos de los problemas alimenticios del resto.

http://www.alianzaeditorial.es/


Es ahora, que la crisis económica nos cerca, y la estamos viviendo en nuestro entorno más cercano, cuando estamos tomando conciencia de este problema que ya afecta a nuestros semejantes más inmediatos.
En este sentido yo pienso que el citado autor nos da la clave, con una de sus frases más celebres, de cómo contribuir desde muestro propio hogar.

“¡Come lo que compras y compra lo que necesitas!”.

Creo que es importante planificar las compras, evitar la acumulación de comida con fechas de caducidad mediante revisiones periodicas de nuestra despensa, y realizar una cocina organizada arreglo a nuestras expectativas de consumo.
En algunas culturas se considera una ofensa dejar comida en los platos, es un insulto al cocinero y a la naturaleza. No estaría mal tomar ejemplo.

Existen en la actualidad muchas organizaciones muy eficaces con las que contribuir de forma fácil desde nuestro propio entorno. Desde organizaciones de comedores de caridad y obra social, hasta plataformas muy activas de recogida de excedentes de comida aun consumibles en los propios mercados y establecimientos, organizándolos para la recogida.



Si tenéis interés podéis encontrar en la red multitud de referencias, desde el aprovechamiento de los sobrantes de restaurantes, a la recogida de los excedentes en supermercados y grandes cadenas alimenticias.

Así mismo hay plataformas exigiendo un cambio en las leyes vigentes que permitan flexibilizar el aprovechamiento de excedentes alimenticios con garantías.

Recientemente hemos asistido a la modificación sanitaria entorno a al fecha de caducidad de algunos derivados lácteos de consumo cotidiano. Algo que va a permitir el aprovechamiento de una parte importante del excedente de estos productos con totales garantías para su consumo.

El enlace de esta interesante noticia.

Los yogures ya no tendrán fecha de caducidad.


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