martes, 19 de marzo de 2013

Tomate Frito Suave



Vamos a hacer un tomate frito muy sencillo, que va a servir de acompañamiento a multitud de platos.
En realidad más que de freír el tomate, se trata de cocinarlo suavemente aromatizado con algunas hierbas. Según el tipo de unión que queramos adjudicarle.
En otro apartado hablaremos del verdadero tomate frito, y también de la salsa de tomate que son cosas bien distintas.
El ingrediente principal es el tomate. Lo podemos encontrar de varias formas y todas nos sirven para esta elaboración.
Crudo. Tiene que estar bastante maduro, debemos rallarlo y desperdiciar la piel. Conviene elegir una variedad de piel fina con bastante pulpa y con sabor afrutado.
Casi todos nos sirven.
Os nombro algunos de los que se encuentran por mi zona. (Andalucía)
El Constoluto genovese. Es el que se suele usar para las pastas en Italia, por tanto especial para las salsas.
El gallego. Variedad autóctona de Galicia. Especial para conservas con un sabor muy dulce.
El Grushovka. Es el habitual de las conservas, El Kosovo de sabor dulce y delicado muy adecuado para rallar y excepcional para el gazpacho.
Y el Valenciano, el tradicional de toda la vida, que sirve tanto para las ensaladas como para cocinar. Y que tomarlo directamente de la mata aún caliente por el sol constituye uno de los mayores placeres del mundo terrenal.
Yo en mi huerto suelo tener el Kosovo y el Valenciano. Y algún cherry que suele salir de simientes de otros años.
Aunque podemos usar todos los restos que haya maduros en el fondo de nevera.
Tomate enlatado. Al natural, preferiblemente entero que tiene menos aditivos. Lo hay siempre a precios muy asequibles en cualquier sitio, incluso de marcas blancas. Siempre en la despensa.


Conserva de tomate. Es la versión autóctona del anterior, la conserva que se puede hacer en casa con cierta facilidad, y que después, en invierno es un fondo de despensa muy útil.
Delantal. Porque salpica algo.
Vamos a utilizar un tomate en conserva envasado al final del verano, con los últimos obsequios de la huerta.

Usamos una cazuela profunda, un fondo de aceite.
Añadimos un diente de ajo machacado sobre el aceite caliente.

 Añadimos una cebolla cortada fina y dejamos que vaya reblandeciendo. Añadimos el tomate entero, algo de sal, y azúcar de caña.
Ahora es cuando podemos añadir algún toque aromático, como orégano o albahaca.
Una de las dos. Estas dos son bastante básicas, ya iremos añadiendo alguna mas según el tipo de comida. (Comino, Pimentón, Curry…)
Se deja cocer a fuego moderado durante bastante tiempo. Entorno a 1 hora.
Debemos taparlo.


Llegará un momento en que sentiremos el aroma del tomate cocinado.
Apagar el fuego.
Conviene triturarlo bastante.

The End.
Esta comida no se suele conservar demasiado tiempo porque fermenta con cierta facilidad, al llevar poca cantidad de aceite, pero podemos congelarlo.





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